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Destete Respetuoso

  • María Laura Destefano
  • 11 jun 2020
  • 2 Min. de lectura

El concepto que hoy utilizamos como destete respetuoso hace referencia a la etapa de ponerle fin a la lactancia. Es un camino a recorrer donde el respeto está dado por considerar tanto las necesidades del bebé/niño como de la madre. Si bien existen recomendaciones de los organismos internacionales, es la mamá o el bebé quienes toman la decisión y nadie debería intervenir a no ser que sea solicitada una opinión. La decisión surge cuando alguna de las dos partes siente que ha llegado el momento del destete.

Por lo general, la madre producto del cansancio, despertares nocturnos, presión del entorno, indicaciones de profesionales, entre otras, o, simplemente porque considera que ya ha concluido una etapa, es quien decide finalizar esta etapa. Si el proceso de amamantar ya no le está produciendo la satisfacción que le producía, o se le generan sentimientos contradictorios al momento de hacerlo, o le molesta que el niño pida seguido la teta, son todos indicadores de que es el momento para destetar. En ningún lugar está escrito que una mujer tenga que pasarla mal o amamantar si no forma parte de su deseo.


Hay quienes prefieren comenzar por el "no ofrecer, no negar" y de esta manera ir paulatinamente disminuyendo la cantidad de tomas, pero hay otras diadas (mamá/bebé) a las que se les complica esta modalidad y comienzan quitando tomas.


Recomendaciones para un destete respetuoso


• Se puede comenzar por ordenar tomas, no más “libre demanda”.

• Pautar momentos y lugares (por ejemplo "solo en casa", "para dormir").

• Es importante hablar con el bebé, poner en palabras lo que sentimos.

• La sustitución por otro alimento puede funcionar solo cuando tiene hambre, porque ya sabemos que la teta no es solo alimento.

• Reemplazar la toma por juegos, canciones y paseos.

• Para intentar reducir las tomas nocturnas, si ya tiene más de dos años, se puede probar con frases del estilo "la teta se va a dormir".


Se suele comenzar por las tomas del día. Cuando ya se comienza con las tomas de la noche es importante que si hay un papá u otra mamá formando parte de esa familia, sean los que intervengan llevando consuelo o alimento. Es un proceso que involucra lo físico, lo emocional y la dinámica de una familia, en cada casa y con cada hija/o puede adoptar una forma distinta.


Se deben encontrar nuevas maneras de re-vincularnos sin la teta, donde las tomas irán siendo reemplazadas por otras formas de dar y recibir amor. Lo esencial está en poder acompañar consolando y conteniendo. Su reacción será nuestra guía para pensar si vamos muy rápido o necesitamos un poco más de tiempo. Todo cierre de una etapa es movilizador, contar con una red de apoyo en este momento es fundamental.



 
 
 

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